La balanza muy antigua, la adquirí en un rastrillo de Jerez de la Frontera. El oxido lo eliminé sumergiéndola durante una semana en una conocida bebida de cola (tiene que ser la original). La froté con un cepillo metálico, dos manos de barniz para metales, patinas dorada, cobre y verde. Los platos están cubiertos con pan de oro envejecido con pátina marrón.
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Antes |
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Antes |
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Después
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